En las calles de Girona hay esculturas realmente insólitas, que se salen del habitual elenco de personajes históricos, imágenes religiosas o conmemoración de hechos puntuales. El animal más típico de Girona es "La Lleona" de origen medieval. Está situada en la calle de Calderers y está formada por una columna de hierro con una especie de leona que la está subiendo. Se supone que podría ser un tipo de reclamo del llamado “Hostal de la Lleona”, situado allí mismo en tiempos pasados. Existe el rito de tocar el culo de la leona y en cualquier caso, es garantia de que quien lo hace, nunca se irá de Girona o, si se marcha, volverá tarde o temprano. La estatua original, se guarda en el museo de Arte, y la reproducción está situada cerca de su emplazamiento original.
Yo por si acaso, fiel a la tradición, le toqué en salva sea su parte:
La Lleona (Más o menos por aquí)