Hay momentos que parecen no
llegar jamás, pero precisamente esos instantes, cuando aciertan a visitarnos, son los que nos perduran: lo ignoramos, pero vinieron para quedarse. Me apasiona la antesala de un gran evento siempre que
conecte con mis raíces más profundas. Lejos de permanecer ajeno a lo que pueda
acontecer en pocas horas, prefiero disponer de mis sentidos desnudos, evacuar
cualquier pensamiento ansioso que contamine mis anhelos y dejarme llevar exclusivamente
por las emociones más nítidas. En esos momentos que sobrevienen en contadas ocasiones, dejo de un lado cualquier análisis
profundo y embaucador en pro de una evasión de sensaciones sin excusas. Depeche Mode aterrizan mañana en
Barcelona y SÍ: “disfrutaré del silencio”, “caminaré en sus zapatos”, “veré el mundo
desde sus ojos”, sentiré que todo es una “cuestión de tiempo”, creeré en el “cielo”, me repetiré el “no dejaré que caigas otra vez”, querré
"aliviar mi alma" de nuevo, apreciaré que “puedo elevarme” y
ataviado con una vestimenta oscura ochentera y con detalles inconfesables, viajaré en el tiempo en primera clase para
abrazarme a unas sonrisas, refugiarme en unas lágrimas y volar en un frenesí capaz de provocar en
mí un relámpago de emoción irrepetible. See
you next time.
martes, 14 de enero de 2014
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