miércoles, 12 de septiembre de 2007

LA FOTO

Foto de una curiosa fuente en Sitges. (click para agrandar)


Traducción al castellano :

Cartel izquierda: Este agua no es buena para beber
Cartel derecha: Ésta sí, pero no mana siempre

SIGUIENDO LA RUTA DE LOS DINOSAURIOS POR EL PALLARS JUSSÀ (PARTE I)

Situémonos entre 67 y 75 millones de años atrás, al final del Cretácico. Los Pirineos empezaban a levantarse y las sierras del Montsec y Sant Corneli estaban emergiendo. Fue en este momento en el que los dinosaurios habitaban la Conca Dellà. La Conca Dellà era una llanura costera abierta hacia el océano Atlántico. En esta llanura se desarrollaron playas, deltas, lagunas de aguas saladas, ríos y lagos, en un ambiente cálido y una vegetación abundante. Éste era pues el escenario que habitaron durante un período de unos diez millones de años los dinosaurios de la Conca. Los restos de este pasado remoto nos hablan de una sorprendente diversidad de dinosaurios diferentes (hadrosaurios, titanosaurios, nodosaurios, etc.). Esta es la ruta que realicé este verano y de la que hablaremos en adelante:





Yacimiento de icnitas de LA POSA

Al final del periodo Cretácico, la Posa se encontraba cerca de la que era la línea de costa, recordemos que en aquella época el paisaje era muy diferente del actual. Existían cordones litorales que limitaban el mar abierto de la costa y, en medio del cordón y la tierra firme, se extendía una laguna de aguas saladas intensamente poblada por diferentes tipos de animales: caracoles, almejas, corales, peces, etc.


El yacimiento de la Posa está constituido por un conjunto de más de 2.000 marcas de alimentación de rayas sobre un estrato de areniscas, que se produjeron en un ambiente de llano costero barrido por las mareas. Los indicios que se observan en el yacimiento nos permiten afirmar que las huellas se formaron en el litoral, dentro del agua, tal como lo demuestra la presencia de "ripple marks", que son estructuras sedimentarias que se forman a causa de la acción de la corriente de agua sobre la arena del fondo, y agujeros y galerías producidas por cangrejos y bivalvas. Estos pequeños invertebrados constituyen un excelente alimento para las rayas, peces de esqueleto cartilaginoso, emparentados con los tiburones.