Dése un respiro, señor Monegal. Estaban 1500 personas (entre ellas, Joan Barril, Joan Ollé, Helena García Melero, Jordi Basté, Mari Pau Huguet, Núria Feliu, Xavier Tries, Pilar Rahola, Justo Molinero, etc..) con ganas de celebración, de champán y confetti, y nos ofrece más treinta minutos iniciales de crítica de sucesos tremebundos y abrumadores. Ya sabemos que la realidad supera la ficción, pero hay tiempo para todo. Después llegó la entrevista a Júlia Otero y a Pepe Rubianes. Y no disfruté del encuentro, la verdad. Esperaba mucho más de esta entrevista. ¿Pero a quién se le ocurre mezclar a Júlia Otero (que no dejó de hablar ni un minuto, anticipándose a responder a casi todas las preguntas) y a Pepe Rubianes (que de por sí sólo hubiéramos disfrutado de su ingenio y que se quedó en un segundo plano) en una misma mesa?. Ya sabemos que trabaja en la radio con Júlia y que habrá más feeling hertziano con ella, pero ese ninguneo a Pepe (que se dedicó toda la entrevista a pasar de todo, rellenar huecos y a interactuar con el público, sin más) no me gustó en absoluto y hacia la parte final de la entrevista se hizo francamente pesado. ¿Qué costaba una interacción con las celebridades del público, para darle más espuma al evento?, ¿o una actuación en directo, aprovechando el lugar de celebración?, ¿o un brindis, un pastel de los 200 programas?. ¿Porqué tampoco no pudo evitar cargar contra los que no han aceptado la invitación de venir a su programa: Xavier Sardá, Andreu Buenafuente o Meceditas Milà?. En fin, eché de menos algo que indujera a pensar que estábamos de festejo. Por lo demás, felicidades al equipo femenino de Ferran Monegal, a usted mismo y larga vida a Telemonegal, que nos ilumine por muchos años.
lunes, 7 de abril de 2008
YO ESTUVE ALLÍ: 200 PROGRAMAS DE TELEMONEGAL
Ferran Monegal celebraba sus 200 programas delante de la pequeña pantalla, haciendo crítica de la televisión desde la propia televisión: un ejercicio difícil, si bien lo fácil sería esconderse detrás de la pluma cada día en su columna de Tu y yo somos tres en el Periódico de Catalunya desde 1993. Pero no, Ferran es valiente. Es un periodista de tomo y lomo, de los artesanales, de los de que cada palabra vale en función de donde se situé en la frase. Y así día a día rubrica sus artículos y su crítica televisiva como nadie (con perdón de Víctor Amela en la Vanguardia) en su programa. Pero, no quiero hacerle un masaje esta vez. Él no me lo permitiría. Estuve en uno de sus programas de Telemonegal, precisamente en el que estaba de invitado Juan Echanove y pasé los nervios lógicos de intervenir en un directo, pero a pesar de todo, disfruté haciendo de crítico televisivo durante unos minutos. Ese es un ejercicio que Ferran ha sabido traer a su programa: que cualquiera que tiene una televisión pueda ejercer su derecho a opinar sobre lo que en ella se deposita, y muchas veces se vierte sin más. Pero insisto, no le haré un masaje.
Estuve en su celebración de 200 programas, después de recibir una invitación por parte de su equipo. El lugar: el Palau de la Música. Ah! gran acierto. Tras el (¿innecesario?) vídeo promocional de unos 30' de la cadena Btv a la que nos sometieron sin rechistar (substituible perfectamente por un vídeo recopilación de los mejores momentos de Telemonegal) y al escaso tiempo de monólogo de Carles Flavià, llegó el baño de aplausos (merecidos) a la trayectoria televisiva de Ferran Monegal que irrumpió en la sala. Después lejos de ofrecernos un programa especial y menos encorsetado de lo habitual, Ferran se dedicó durante más de mediahora a hablar de lo que había pasado en la televisión, en su ya habitual repaso semanal. ¿Era necesario hablar de los temas más truculentos de la semana (p.e. la niña Mariluz, muertos en la carretera de Callejeros, etc) en un programa de celebración?
Etiquetas:
Actualidad,
Television
Suscribirse a:
Entradas (Atom)