Se rumorea que el grupo británico podría abandonar EMI para publicar su música de una forma “diferente”. Depeche Mode ya hizo algo así cuando editó, en una edición limitada y a través de Live Here Now, un doble CD grabado en directo durante la gira de su último álbum de estudio, “Playing The Angel”. Ahora se rumorea que la banda, que tiene previsto editar un nuevo trabajo de estudio a finales de 2008, podría seguir este camino.
Al parecer, Depeche Mode ya no necesita estar en una multinacional para llenar sus conciertos y sus canciones están siempre en los sets de los DJ’s sin necesidad del apoyo de las emisoras de radio. Este recién estrenado 2008 puede ser crucial para la industria discográfica, a la que ya no le vale la excusa de que “la piratería está acabando con la música”, cuando en realidad con lo que está acabando es con su modelo de negocio. Ahora son los artistas lo que no quieren saber nada de las multinacionales y prefieren “montárselo por su cuenta”, con la ayuda de Internet.
Según la revista Billboard, los artistas con un contrato “ordinario” con una multinacional obtienen, en Estados Unidos, entre 2 y 3 dólares por cada disco que venden. Al convertirse en artistas independientes, podrían estar ganando entre 7 y 8 dólares por cada copia vendida, con lo que sus ingresos aumentan considerablemente sin necesidad de tener el apoyo de grandes campañas de marketing.
Con datos tan contundentes, ¿todavía hay alguien que le puede achacar la actual crisis de la industria discográfica sólo a la piratería? Definitivamente, no. Los cambios, nuevos sistemas de distribución, internet, que se han producido en el negocio en los últimos meses permiten a los artistas seguir adelante sin mayores problemas y sin tener que acatar las imposiciones abusivas de la industria discográfica. No es el fin de la música, sino el fin de un modelo de negocio que se ha quedado obsoleto. Una nueva era comienza y me alegro, salvo por el puñetero canon digital.