No me esperaba nada en absoluto del programa de Santiago Segura, pero ha conseguido que la propia nada sea una quimera. Y digo nada porque si como director de cine no está a la altura de un Roman Polanski que digamos, el programa 'Sabías a lo que venías' (La Sexta, martes 23.00 horas) no podía ser menos. Creo que tiene las horas contadas: es mi particular apuesta y es que en esto de la televisión no basta con ser un graciosillo o tener el comentario oportuno para provocar el chascarrillo fácil. No, amiguete, no. Para conducir un programa de televisión hay que ser un frontman, un show-man, alguien con tablas y, sobretodo, con algo que ofrecer. El 'late night' es un formato en el que tienes que estar rodeado de un gran equipo, sino pregúntaselo a Buenafuente cuando prepares tu próximo Torrente. No basta con creerse genio y figura.
¿Que sobra en este programa pretendidamente transgresor? Guionistas de chiste grueso, los monologuistas del absurdo, los freaks en busca de fama eventual, los sketches-sin-gracia para olvidar, los invitados del tres al cuarto, los actores. Y que le falta? Tan solo una cosa, fíjate, INGENIO. La sección de Cañita Brava, Luigi Toledo y Leonardo Dantés, tendrá su gracia como gag sobre formatos de televisión que incluyen academias y demás, pero en cualquier caso la gracia resulta apolillada, efervescente y su efectividad dura “lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks”.
