( Gracias Forges)
Pero lo más grave estaba por llegar. En el ejercicio de 2004 no presenté la declaración, dado que creí, ingenuo de mi, que una vez se te enviaba el borrador ya se daba como aceptado. Admito el error. Tiempo después, revisando el borrador advertí que no se había aplicado la deducción de la vivienda, con lo que tenían que devolverme una cantidad de dinero. Así pues alegué esta situación, presentando la documentación correspondiente, y a día de hoy, recibo una notificación, CON EL MISMO BORRADOR EQUIVOCADO, A PAGAR Y A PEOR. Bravo!!
Ahora ya sé porque Alí Babá estuvo unos días preocupado allá en Arabia, y es porque en un descuido, perdió a sus fieles 40 ladrones, que a día de hoy, generación tras generación, han dejado de buscar tesoros improbables y han ido ocupando sus respectivos puestos en las delegaciones de la Agencia Tributaria, donde la recaptación es mucho más fiable. Vergüenza de país!
A todos ellos les recomiendo este fantástico libro:
ELOGIO DEL IMBÉCIL
El Imparable ascenso de la estupidez
Pino Aprile Ediciones Temas de Hoy. 2002
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