Mójate a contracorriente. Deja huella, empápate, no te
conviertas en esclavo del hábito, no repitas todos los días los mismos itinerarios, no evites tus pasiones, revuélvete en un remolino de emociones a contratiempo y devuélvele
el brillo a tus ojos. Y no renuncies a salpicarme con tu mirada, para que no se me olvide jamás
nuestro cometido. Plasma tu alma en la mía y que su huella perdure conmigo para
siempre.