"... El
maestro ideal es aquel que se pone
en
el papel de un puente
por
el cual invita a sus alumnos a cruzar,
y
que luego de haberlos ayudado en el cruce,
se
desploma con alegría,
“
Nada temo. Nada espero. Soy libre.”
(Epitafio de Nikos Kazantzakis)