martes, 15 de febrero de 2011

VENGA YA, HOMBREEE..

Discupen pero creo que nos la estamos cogiendo con "papel de furmar". Esta mañana, tras retomar la rutina diaria de un martes cualquiera, me atropella la siguiente noticia, de golpe, sin avisar:

La Agencia de Salud Pública de Barcelona ha enviado a los responsables del musical "Hair, Love & Rock Musical", que se representa en un teatro del paralelo, un escrito en el que advierten del riesgo de sanción al que se exponen si se permite fumar en el interior del teatro.


(Perdonen mi mal estilo con el Photoshop. Espero entiendan la ironía..)


Es decir, que debido a la ley antitabaco, no se puede fumar en un espacio cerrado que incluye teatros, platós de televisión y demás. Si en una obra se representa el movimiento hippy, se puede hacer sin hacer referencia alguna a los porros. En otros países, con un mínimo sentido común y con una ley aún más estricta si cabe en la materia, aceptan que se fume en platós y escenarios, previa comunicación a las autoridades si es tabaco, y si así lo requiere el guión. Es decir, que en estos casos puede hablarse de una excepción a una regla con sus pros y sus contras, ahí estoy de acuerdo. Y eso que estoy a favor de que no se fume en lugares públicos, pero nunca de las imposiciones MAL PLANIFICADAS Y EJECUTADAS y además, jugando en contra de quienes en su día pusieron SUS medios para llevar a cabo el acondicionamiento de sus establecimientos, pongamos por caso bares y restaurantes. Pero de ahí, a que en una serie de ficción o en una representación teatral, tengan que hacer el paripé de fumarse un una mezcla de hierbas utilizadas en infusiones, como albahaca, maría luisa, hojas de nogal, clavo, canela y regaliz, ya nos hemos pasado de la raya pero a lo bestia, si me lo permiten.

¿Pueden ustedes imaginarse (yo ni "jarto vino") las excelencias de Groucho Marx, sin su habitual puro, correteando arqueado por un plató de televisión en un espacio cerrado y con la prohibición de fumar (porque a pesar de que no estuviera encendido, podría incitar a su consumo)? YO NO. Señores, si la libertad no ha muerto todavía, ya se encargarán "otros" de quitarle la máquina de asistencia que le suministra el oxígeno en pequeñas dosis para hacernos creer que todavía somos libres de decidir que nos conviene o no. Y es que los grandes temas, tienen grandes matices que no pueden resolverse a golpe de decreto ley.