Cada vez que se plantea la polémica por un anuncio ya sea en prensa escrita o en televisión, no puedo sino indignarme. Por un lado ya asistimos al escándalo que del Observatorio de la Imagen del Instituto de la Mujer a la firma italiana Dolce & Gabbana referentes a la campaña de la temporada primavera-verano. En este caso se afirmó que la fotografía incitaba a la violencia sexista. (Más aquí).
Por otro lado en Marzo del presente año se pide también la retirada de un anuncio de Armani, en el que según el Defensor del Menor, la imagen de las dos niñas con poca ropa y que presentaban rasgos orientales, incitaban al turismo sexual. No puedo llegar a entender la posibilidad de que el denunciante vea en esa imagen aquello de que se queja, salvo que sea una mente lo tan sumamente retorcida que se preste a ello. Me pregunto si los rasgos de estas niñas hubieran sido occidentales si se hubiera montado la que se montó. (Más aquí).
Y hoy, para completar la trilogía, nos levantamos con la sorpresa de la retirada del anuncio de Iberia, tras las presiones de la organización de defensa de los consumidores Facua, al considerar que presenta a las mujeres cubanas con tópicos denigrantes y podría propiciar el turismo sexual. (Más aquí)
Si en cualquiera de los casos lo que se busca es una polémica intencionada para fines de marketing, podría llegar a entenderlo, aún no estando de acuerdo en los métodos. Pero a este paso el gag histórico de Martes y 13 de “Mi marido me pega” tendrá que ser revisado y prohibido por incitar a la violencia de género.
País de locos.