Hace poco adquirí una botella de absenta. Y es que este licor tiene una historia muy peculiar. En el año 1797,
Henri Louis Pernod, compró la receta del doctor suizo
Pierre Ordinaire y comenzó la destilación de absenta en Suiza. Después siguió la producción en Francia. La Absenta se volvió la bebida más popular del siglo XIX y artistas famosos como
Oscar Wilde, Van Gogh, Baudelaire, Manet, Picasso, Degas, Hemingway, entre otros muchos, contribuyeron a hacer aún más grande su popularidad. Defendían que la absenta potenciaba su creatividad, ya que tiene un componente psicoactivo. También en el cine son muchas las referencias que encontramos en la absenta, por ejemplo en
Drácula, que convierte a
Mina en una
bestia sexual asocial que provoca un pánico atroz entre los hombres de su entorno.
La
Absenta cuyo ingrediente principal es el ajenjo, contiene tuyonas, un principio activo que en dosis excesivas produce alucinaciones y daños cerebrales. De ahí que su producción y consumo estén reguladas y que muchas marcas aconsejen prudencia y responsabilidad a la hora de beberlo, puesto que llega a tener graduaciones alcohólicas de 80 grados o más. Los únicos países en los que nunca se ha parado la producción de absenta, según la receta tradicional del siglo XIX, son España y Portugal. La hay de diferentes características (
verde, roja, con más o menos tuyonas, de Ibiza, Castellón o francesa, destilada con cannabis,etc.) además de sus correspondientes accesorios como cucharillas de absenta y vasos. Ya les contaré, quedan invitados..
Oscar Wilde la definió:
“Después del primer vaso, uno ve las cosas como le gustaría que fuesen. Después del segundo, uno ve las cosas que no existen. Finalmente, uno acaba viendo las cosas tal y como son, y eso es lo más horrible que puede ocurrir”.
Como tomarla:
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