"La vida no se mide por las veces que respiras, sino por aquellos momentos que te dejan sin aliento."
(Kevin Bisch)
"Entre mis soledades azules" (Platja d'Aro)
"Un niño se hizo un barquito de madera y salió a probarlo
en el lago, pero sin darse cuenta, el barquito impulsado por un ligero viento,
fue mas allá de su alcance. Apenado, corrió a pedir auxilio a un muchacho mayor,
que se hallaba cerca, para que le ayudara en su apuro. Sin decir nada, el muchacho empezó
a levantar piedras y echarlas, al parecer en contra del barquito. El pequeño pensó
que nunca tendría su bote otra vez y que el muchacho mayor finalmente se estaba
burlando de él, hasta que se dio cuenta que en vez de tocar el bote, cada piedra
iba un poco mas allá de éste y originaba una pequeña ola que hacia retroceder
el barco hasta la orilla. Cada una de las piedras estaba calculada de manera que, lentamente, el juguete
fue traído de nuevo al alcance del niño pequeño, que quedó contento y agradecido con la posesión
de su pequeño tesoro. Y es que a veces ocurren cosas en nuestra vida que
parecen confusas, sin sentido ni plan alguno y hasta nos puede llegar a parecer que más nos
hunden; pero si esperamos y tenemos confianza, nos daremos cuenta de que cada
prueba, cada tribulación, es como una piedra arrojada sobre las quietas aguas
de nuestra vida, y que sin apenas darnos cuenta, con sigilo, nos acercarán cada vez más hasta nuestra propia felicidad."