El pasado día 3 de octubre se celebró una onomástica especial. Y es que nuestro código de barras de cada día cumple nada más y nada menos que 30 años en España, igual que el número de barras negras. Cuéntelas es un grato ejercicio. A cada número del código le corresponden dos barras negras, seis barras "marcadoras" que son las dos barras finas del principio, al final y a la mitad del código de barras. No se me pierdan.
Si hay 30 barras y seis de ellas son las marcadoras, por tanto, invariables, las otras 24 corresponden a los números del código; dos a cada número. Sin embargo, hay 13 números. Sigamos con la locura. Los códigos de barras que encontramos en las etiquetas siguen un estándar llamado EAN-13, basado en un estándar inventado en los EE.UU., llamado UPC-A. Este estándar dice que el código de barras lleva 12 cifras e indica cómo se codifican las cifras.
Las primeras cifras de un código de barras EAN-13 determinan el país al que corresponde ese código de barras; por ejemplo, España tiene el 84. Las siguientes cifras identifican al fabricante. En cada país hay un organismo encargado de darles números a los distintos fabricantes, asegurando que no haya dos con el mismo número. Los siguientes dígitos corresponden al producto; este número es asignado por el propio fabricante. Esta jerarquía de asignaciones permite asegurar que no existan en el mundo dos productos con el mismo código de barras.
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