Y sobrevivir
fiero hacia sutiles realidades encontradas,
Y respirar deseos en mil latidos de alientos entrecortados,
Y respirar deseos en mil latidos de alientos entrecortados,
Y dormir varado ante sueños de puertas entreabiertas,
Y vegetar el entreacto de una escena sin guiones entrenados.
Y vegetar el entreacto de una escena sin guiones entrenados.
Y conservar
el vértigo inocente en el entrecielo de tu escote holgado,
Y dejar
en entredicho lo que jamás por temor se ha pronunciado,
Y servir
en entrega a domicilio mi blanda esperanza a portes pagados,
Y entrelazar mi alma con la tuya sin nudos ni cierres centralizados.
Y residir
entremedio de tu osadía a la vez que la de mi propio espanto,
Y entrenar
el alma caduca a un nuevo bautizo de sangre en vino blanco,
Y bailar en tu entrepierna el deseo intemperante sin recortes de extraños,
Y aliñar
los entresijos de tu alcoba con sal de lágrimas y el aceite de tu encanto.
Y entretener
mi anhelo infinito con las migajas del perverso reloj esclavo,
Y entrever
el apetito de mi carne para limitarme a morder tus labios,
Y entrevistar en soledad a mis demonios íntimos, los de hoy y los de antaño,
Y entretanto, todo me suena a ti y por eso te amo …
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