“El miedo: un depredador cruel y voraz
que vive dentro de nosotros. Nunca permite que lo olvidemos. Continuamente nos
paraliza y nos tortura. No cesa de exigir alimento, siempre debemos saciar su
hambre.
Nosotros mismos nos cuidamos de que
coma sólo de lo mejor. Sus platos favoritos se componen de chismes siniestros,
de malas noticias, de pensamientos aterradores y de imágenes de pesadilla. De
entre un millón de chismes, noticias y pensamientos siempre elegimos los
peores, es decir, aquellos que más le gustan. Los más adecuados para saciarlo,
para satisfacer al monstruo.
Vemos aquí a un hombre que, con la cara
pálida y gestos de inquietud, escucha lo que le cuenta otro. ¿Qué pasa? Que está alimentando su
miedo. ¿Y si no tenemos alimento alguno? Febrilmente lo inventamos. ¿Y si no podemos inventarlo (cosa que
ocurre en contadas ocasiones)? Corremos a buscarlo entre otros;
preguntamos a la gente, escuchamos y coleccionamos noticias hasta que,
por fin, conseguimos saciar nuestro miedo.”
" Cuenta una
fábula india que había un ratón muy angustiado porque tenía miedo al gato. Un mago
que se compadecía de él, lo convirtió
en gato. Pero entonces comenzó a tener miedo del perro y el mago lo convirtió
en perro; éste empezó a tener miedo de la pantera. El mago ya cansado de sus
intentos por quitarle el miedo, lo convirtió en ratón otra vez y le dijo:
Nada de lo que haga
va a servirte de ayuda porque siempre tendrás el corazón de un ratón".
"Volver al amor" (Marianne Williamson)
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