Te dejo un puente de mar azul
que va del sueño hasta tus ojos,
desde Alcúdia hasta Amorgos,
de tu vientre a mi corazón.
Te dejo un ramo de preguntas
para que llenen tus dedos de luz
como la que prende la mirada
de los niños de Sidón.
Un puente que ayude a surcar
la piel antigua del mar.
Que despierte el rumor de todo tiempo
y nos enseñe la olvidada actitud de los rebeldes,
con la rabia del canto,
con la fuerza del cuerpo,
con el goce del amor...
Un puente de mar azul para sentirnos muy juntos
un puente que una pieles y vidas diferentes,
diferentes.
Te dejo un puente de esperanza
y el faro antiguo de nuestro mañana
para que el norte mantengas
en tu navegar.
Te dejo un verso en Sinera
escrito con trazos de azul luminoso
que cantaba en Alguer
por cantar su nostalgia...
Te dejo el agua y la sed,
el sueño encendido, el recuerdo.
Y en Ponza la muerte
para vivir frente al mar... el mar... el mar.
El espacio lleno de luz
donde se mira el mar... el mar... el mar.
El azul de nuestro silencio
de donde nace la canción.
Que despierte el rumor de todo tiempo
y nos enseñe la olvidada actitud de los rebeldes,
con la rabia del canto,
con la fuerza del cuerpo,
con el goce del amor...
Un puente de mar azul para sentirnos muy juntos
un puente que una pieles y vidas diferentes,
diferentes.
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