A pesar de que me duele en el alma, Josema Yuste, del que soy ferviente admirador como humorista no como presentador, no tiene el programa que se merece. El que fuera mitad de Martes y 13 llega con esta propuesta en la que con 10 minutos de visionado, uno sacia por completo su apetito de novedad. Una apuesta de TVE1 con la que, definitivamente, se desea, y comparto la teoría de Alfonso Arús, hundir la cadena cuanto antes mejor, a favor de otras como Cuatro y La Sexta. Aunque llegue de la mano de El Terrat, este programa tiene sus días contados a pesar de que arrancó este pasado viernes. ¿No será que la productora catalana ataca desde dentro y con estos formatos y su presencia en la cúpula de La 1 beneficia a la cadena en la que tiene participación activa? Malpensado, si, lo se.
En cualquier caso la dinámica del programa es irritante: un grupo de famosos, se les disfraza, se les hace pasar uno a uno a un escenario en el que unos actores desarrollan una escena, el invitado la desconoce y debe improvisar e integrarse. Y ya está. ¿El éxito? Depende de la escena y de la capacidad de improvisación del personaje en cuestión. Y me traen a Loles León, una diva en el arte de la improvisación. ¡Que me traigan al señor Montilla!. Eso tendría mérito. Además aparece en el programa David Fernández (actor del programa Buenafuente) que el papel que representa resulta del todo innecesario, a pesar de su gran calidad como actor. Creo que tanto el programa de Josema Yuste como Identity, que va después tras un cambio de horario, se van a ir por la puerta de atrás. ¡Bravo! corporativa de radio televisión española, ahora La 1, pero... cabe preguntar: La 1, ¿en que?
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