El Ludwig Museum de arte contemporáneo en Budapest presenta el trabajo de Anton Corbijn del 24 de abril al 5 de julio del 2009. La exhibición permite conocer los 30 años de trabajo del fotógrafo holandés, que va desde video clips hasta los retratos de las estrellas del siglo XX y XXI.
Corbijn insistía en considerar a la cámara como un aparato prostético de comunicación que le ayudaba a destruir las barreras que no le permitían establecer relaciones. Opuestas a las fotografías comunes que se hacían a las estrellas, claras y definidas, iluminadas artificialmente, las del fotógrafo eran imágenes en blanco y negro que representaban un punto de referencia real y absoluto. Sus retratos se caracterizan por la materialidad y se revelan con una textura granulosa para recrear el efecto de proximidad física con el sujeto. A través de su obra, Corbijn examina varias manifestaciones sociales y psicológicas que se relacionan con el concepto del rock star.
Aunque Corbijn experimentó con diversas disciplinas que son parte de la cultura visual moderna, como cortometrajes, video clips, libros y diseño de portadas de discos, su medio de expresión básico, fue y sigue siendo la fotografía.
Es uno de los fotógrafos de retratos y director de videos musicales mejor conocidos en el mundo, con su trabajo visual ha contribuido al éxito de grupos como Depeche Mode, U2 y Nirvana, mientras que Joy Division fue el tema de la película "Control", su primer largometraje, del que hemos hablado en otras ocasiones. Son muchos los que han imitado su estilo. Su mundo visual y su vocabulario artístico determinaron en gran parte la cultura visual de los años 80 y 90. Su exhibición en el Ludwig Museum forma parte de una serie de trabajos nacidos a partir del encuentro entre la cultura popular y el arte.Esta serie se inició con la exitosa exposición retrospectiva del trabajo de Keith Haring en el 2008.
Corbijn retrata a iconos de la cultura pop, músicos y celebridades de Hollywood, transfiriéndolos de sus brillantes mundos a las fotos de revistas y periódicos. Sus provocativas fotos, frecuentemente en blanco y negro y con el grano reventado, no son retratos ordinarios, sino visiones poéticas, intensas y personales. Además de sus fotografías, la exposición contará con una selección de sus más importantes trabajos en video.
Corbijn insistía en considerar a la cámara como un aparato prostético de comunicación que le ayudaba a destruir las barreras que no le permitían establecer relaciones. Opuestas a las fotografías comunes que se hacían a las estrellas, claras y definidas, iluminadas artificialmente, las del fotógrafo eran imágenes en blanco y negro que representaban un punto de referencia real y absoluto. Sus retratos se caracterizan por la materialidad y se revelan con una textura granulosa para recrear el efecto de proximidad física con el sujeto. A través de su obra, Corbijn examina varias manifestaciones sociales y psicológicas que se relacionan con el concepto del rock star.