martes, 21 de febrero de 2012

YO, CON LAS VIUDAS DE PEPE RUBIANES


Creo que el recuerdo sincero y los sentimientos de hondo calado no entienden de suspicacias ni reconcomios. Y es que la hermana y heredera universal de los derechos de Pepe Rubianes, Carmen Rubianes Alegret, amenaza con acciones judiciales si se organiza la fiesta de homenaje al actor, impulsada por los amigos agrupados en el colectivo Les Vídues de Pepe (La viudas de Pepe) con motivo del tercer aniversario de su muerte.

El acto consistía en una cena, unas copas, la actuación de la Orquesta Platería y una exhibición de vídeos del documental Pepe&Rubianes de Manel Huerga, acompañadas de algunas anécdotas y el testimonio directo de amigos y socios de Rubianes.

Entre ellos, Albert Om, Andreu Buenafuente, Xavier Grasset, Carol López y Toni Coll y Les vídues de Pepe, un grupo compuesto por Joan-Luis Bozzo, Pep Molina, Maria Rosales, Lucila Aguilera, Carles Flavià, Manel Pousa, Joan Manuel Serrat y Joan Gracia.

Con el objetivo de cubrir los gastos de la fiesta, prevista para el lunes 27 de febrero en el Teatre L'Aliança del Poble Nou, se pretendía cobrar una entrada de 20 euros, "reservando las posibles ganancias para alguna entidad benéfica del barrio de Poblenou". Pero ante la posibilidad de un acto lucrativo, la hermana del cómico se ha opuesto amenazando con recurrir a sus abogados y 'Les Vídues de Pepe', que han renunciado a emprender una batalla legal, organizarán una fiesta por su cuenta. Si le pudieramos preguntar directamente a Pepe si le apetece o no que se le haga un homenaje, es muy probable que no le importara lo más mínimo, incluso ni la misma pregunta. Pero lo que también está claro es que las polémicas serían mucho menos de su agrado y más viniendo de su propia familia. Pepe, tú ni caso.

Fuente: La Vanguardia

lunes, 13 de febrero de 2012

LA OTRA CRISIS

He recibido algún mail cuestionándome si había cerrado el blog por vacaciones indefinidas, si había conseguido pasar la última hoja del calendario de 2011 para aterrizar en este nuevo 2012, repleto de incertidumbres y malos presagios por las mentes interesadas que todo lo cotejan. Nada más lejos; tal vez porque el silencio me agrada más que de costumbre y porque prefiero hablar (en este caso escribir) cuando tengo algo que decir, había tomado un tiempo sabático para reordenar ideas, conceptos y energías; nada fácil por otro lado. Siempre hay algo que eclosiona ante nosotros y consigue reacciones imprecisas, volátiles pero que causan una profundidad jamás sospechada. A todos aquellos que por una razón u otra hayais traspasado conmigo estos nuevos días de año recién estrenado y sobretodo a aquellos a los que todavía debo alguna respuesta, que perezosa aguarda su emisión, mis más profundas disculpas.




Estos días de inicio de semana no están siendo demasiado amables conmigo. Hay ocasiones en que creo que esta crisis, inicialmente disfrazada de tinte económico, va más allá y desembarca en otro tipo de crisis: la de valores. La ética en el trabajo, la flexibilidad en el trato, la capacidad de empatía, el contacto humano por encima del interés, motivados y bajo la excusa de los efectos de esta droga letal, llamada crisis, no deben ser pisoteados en ningún caso. Si no somos capaces de entender que podemos cometer errores de precisión, y aún así malbaratar el futuro de las relaciones, nos estamos perdiendo en una crisis, ésta real, sin retorno posible. Y es que no importa quién llegue a la meta, en esta carrera sin tregua, sino en que condiciones se llega. El día que este tipo de consideraciones cotizen en bolsa, muchas empresas que abanderan lemas de profesionalidad y presentan balances impolutos, verían como sus acciones perderían todo su valor. Dicen que hay tantos caminos como estados de ánimo. Espero no errar en la decisión de qué camino tomar.