A este Risto Mejide me lo han cambiado. Si bien la propuesta de Telecinco de competir con 'El Hormiguero' (Cuatro) y 'El Intermedio' (La Sexta) me parece acertada, ya que parte justamente de lo contrario que pretenden los dos primeros programas citados, es decir, huir del jijijaja y crear el mal rollo a través de la crítica. El atino se en encuentra en situar en el centro de la diana, no a los triunfitos de siempre, blanco fácil, sino a las altas cumbres de nuestra sociedad (politicos, empresarios, deportistas de élite, etc..) y además está gobernado desde la productora ‘La fabrica de la televisión’ que mima sus formatos más solventes.
Ahí radica la posibilidad de éxito de este programa, que en sus primeras ediciones ha conseguido mantener una audiencia más que aceptable en esta franja. Recordemos que 'Camera café' (sólo me reía con Joaquin Reyes) ya no era el programa más visto a esa hora frente a otras cadenas con las que competía. ¿Porque no lo sitúo entonces al alza? Muchas son las razones: primero, la novedad del programa que resulta atractivo pero que cual pastilla efervescente lo situará en un plano inferior del share que cosecha actualmente. Segundo, Risto Mejide no es el Risto Mejide de 'Operación Triunfo'. Ni de lejos. Aquí pretende caer bien y ese es el error. Además sus críticas buscan el favor del público, no son tan directas e impactantes como en O.T. y no se reparten por igual, ya que en los videos del raquing de los “20 elegidos” él no pone la voz en off, con lo cual pierde fuerza. Tercero, debería ser más un programa de autor que de guión, permitir salirse del mismo y buscar el enfrentamiento con la gente criticada, eso si, desde el buen gusto, constante de la que carece la cadena T5 en su globalidad. Risto tiene talento, si, pero le faltan dotes comunicativos y se nota a la legua. Espero que se suelte un poco más, se deje de prompters y que el share le acompañe hasta el final para no fraguar en menos de un mes.
No me creo nada de este programa. Lo siento por Nuria Roca a la que respeto como profesional y que siempre ha sabido defender a capa y espada cualquier propuesta profesional, por descabellada que esta pudiera parecer (véase 'Perdidos en la Tribu'). Pero ésta no se la dejo pasar. Insisto, no me creo nada de este programa. Ni que sea una sorpresa, ni que exista esa supuesta tensión entre los coordinadores de obra para ejecutar la reforma, ni que el programa tenga el gancho para aguantar a la audiencia mucho tiempo, ni nada de nada.
Si uno es incapaz de soportar 'Esta casa era una ruina' de A3 con el insoportable megáfono de Jorge Fernández, no entiendo que puede aportar otro programa que persigue el mismo efecto y que suscite interés, cayendo en el patetismo por la supuesta alegría por reformar una vivienda. Además el resultado es más que cuestionable. Espero que en próximas ediciones, si consigue sobrevivir en la parrilla, en una de estas reformas, el inquilino se queje, no le guste y manifieste su desacuerdo con el resultado final. En cualquier caso, malos augurios para esta propuesta, que pasará a ser semanal (apuesten por ello) y será ubicada un domingo cualquiera a horas intempestivas. Ya lo veremos. Me darán la razón.
No voy a ver NADA de esta edición de 'Gran Hermano'. Me niego. De hecho, no he visto nada de las últimas 8 ediciones y algo de las dos siguientes a la primera, que por ser novedad tuve el morbo televisivo en degustar. No entiendo (o si) como en un pais como éste, un formato desgastado, sin punch, sin aliciente, precocinado, manoseado, teledirigido y excento de espectativas pueda, TODAVÍA Y A ESTAS ALTURAS, gerenar expectación en un 20% del share del estreno (curiosidad/morbo, tal vez?). No me cabe en la cabeza que más se puede hacer para conseguir crear un halo de sorpresa en torno a este programa, en el que sólo, Mercedes Milà al igual que Risto Mejide en O.T., es la única que aporta cierta frescura, y se convierte en la protagonista absoluta, dependiendo casi exclusivamente de ella, el éxito del formato. En cualquier caso, ya son más de 100 los concursantes que han pasado por este programa. Algunos han encontrado lo que buscaban: FAMA, TRABAJO FÁCIL Y DINERO EN EFECTIVO. La mayoría pasará al olvido. Algunos, como los de esta edición, más rápido que otros.
Telecinco en cualquier caso consigue lo que persigue. Fomentar el mal rollo, especular sobre las posibles parejas de fast-food, abrir debates absurdos sobre temas sociales/demenciales, insertar personajes esperpéticos y chocantes para bombardear la parrilla de la cadena y retroalimentar contenidos a lo largo y tendido del día, en programas infectos como 'Sálvame' (sea o no Deluxe), 'El programa de Ana Rosa', etc.. ¿Que nos queda? ¿Vender la muerte en directo como Jade Goody?.
Channel 4, la televisión que posee la franquicia de 'Gran Hermano' en Reino Unido, ha decidido acabar con el programa. A nosotros, nos que da todavia tanto que aprender !.
Lo siento. Muchos me tacharan de retrógrado y con escaso gusto por la buena televisión. Pero me encanta este formato por una sencilla razón: Hace poco afirmé con contundencia que la telerrealidad había muerto. Me equivoqué por completo. La demostración empírica estaba en la calle, fuera de los platós, de los focos, del guión. En la calle está la realidad de nuestra sociedad, a pesar de que este programa, al igual que 'Callejeros' en Cuatro, sólo se refleje la más residual, esperpéntica y estrafalaria. Pero engancha, sorprende, es dinámico y no deja indiferente. El recorrido por las playas este verano ha sido espectacular. Ni uno puede estar tranquilo en su hamaca sin esperar el susto de que una cámara de televisión, de repente, sin permiso y con todas las licencias del mundo por estar en sitio público, refleje su realidad más inmediata. Hay gente para todo. Así como yo huiría del sitio con divisar tan sólo la cámara a lo lejos, los hay que gozan, se desinhiben, buscan su momento de fama esporádica, luchan por decir la barbaridad más increible y ofrecen un espectáculo dantesco, espeluznante y enajenado, que sin embargo, a mi, como espectador, me entretiene. Luego estarán las copias y/o réplicas del mismo: 'Ola Ola', 'Comando Actualidad', etc.. No consiguen la misma excitación.
"Bienvenidos a Valldemossa"
"El rincón del silencio"
"La Cartuja de Valldemossa"
"Un enfado de Laia sin importancia"
"El Gran Rubén Darío en la Cartuja"
