viernes, 29 de febrero de 2008

ESPEJITO, ESPEJITO MÁGICO...


¿Cómo se sentiría usted si, por ejemplo, un día se diera cuenta de que su ropa interior permite revelar su paradero?


Debra Bowen, senadora del estado de California , en una audiencia en 2003


El código de barras cumplió 30 años y ya prepara su retirada ante la aparición de una competidora mucho más efectiva: la radiofrecuencia. ¿El ejemplo? Algunas tiendas de moda de Londres ya han instalado en sus probadores una nueva solución llamada Magicmirror (espejo mágico) formada por un hardware RFID proporcionado por la multinacional, con la colaboración de los diseñadores de The Big Space y que se trata de un espejo que informa sobre los objetos reflejados en él.

El invento se basa en un sistema de almacenamiento y recuperación de datos remoto conocido como RFID o identificación por radiofrecuencias. El lector RFID está conectado a un espejo que tiene instalada una pantalla digital para proporcionar información a los consumidores. Cuando los clientes cogen o se llevan el artículo al probador, el lector RFID registra el número de identificación y envía este número a la base de datos de la tienda, que contiene una descripción en profundidad del producto, incluyendo todas sus características (talla, color).



En la pantalla aparece una descripción del artículo y sugerencias para combinarlo con otros. Una de las aplicaciones de este sistema, es que permite a los clientes llamar al vendedor sólo con tocar el espejo. Éste envía una señal Wi-Fi al dispositivo PDA de los vendedores indicando la situación del probador que necesita asistencia, lo que evita al cliente la complicación de cambiarse y abandonar el probador para buscar al dependiente. Con esta técnica, si el cliente por ejemplo ha elegido una talla incorrecta, puede seguir interactuando con el espejo y seleccionar la talla adecuada. Tan sólo una pregunta: ¿Ideal para hackers?

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